En las afueras de Sevilla, muy cerca del aeropuerto, existe una zona acotada por densa y frondosa vegetaciĂłn, que conforma una pantalla natural aislando a uno de los entornos más histĂłricos, peculiares y abandonados de la ciudad. Es una yerma extensiĂłn, medianamente oculta, de acceso libre pero difĂcil de localizar. No hablamos de ningĂşn sitio turĂstico ni de una recomendaciĂłn familiar para ir a visitar.
Nos encontramos ante una antigua base militar americana, que tras el traslado de su antigua colonia sus instalaciones quedaron vacĂas, hecho por el cual de manera muy inteligente, supieron repoblar y reutilizar como hospital temporal durante la construcciĂłn del actual Virgen Macarena, conociĂ©ndose como Hospital Militar de San Pablo.
Este complejo de edificios se encuentra en un total y completo estado de abandono. Las estructuras que la forman se encuentran carcomidas y derruidas, creando un ambiente lĂłbrego y tenebroso. La incursiĂłn en algunos de estos hangares debe realizarse con sumo cuidado y prestando atenciĂłn a cada pisada.
La presencia humana se puede detectar, no sĂłlo por los restos de la indigencia de un hombre que decidiĂł tomar una de las instalaciones como vivienda propia, sino tambiĂ©n por un par de burros que le hacen compañĂa y algunos que otros curiosos que se pasan por la zona, ya sea en coche, bicicleta o dando un paseo, muchos de ellos en bĂşsqueda de una práctica sexual conocida como dogging o cancaneo. La practica durante los fines de semana del Airsoft completa la vitalidad tan suculenta de esta zona.
Una de sus zonas más curiosas son sus sĂłtanos. Jamás me he adentrado en un lugar tan oscuro, no ya por la falta de luz, sino porque todas sus paredes y techos han sido humeados. Todo el cableado de la zona ha sido quemado para liberar su plástico y poder comerciar con el preciado cobre. ImaginĂ© toparme con ratas, arañas, cucarachas, pero estaba totalmente equivocado. El fuego se alimentĂł de todo dejándolo vacĂo hasta de alma.
Un lugar de estas caracterĂsticas no iba a estar exento de una buena leyenda. En este caso, los conocedores de sus alrededores - Sevilla Este y Alcosa - tendrán en su conocimiento que la cantidad de descampados que le rodean han estado y están, acompañados del mundo de la prostituciĂłn callejera. Se cuenta que las meretrices, alejadas tanto por su desconocimiento como por su miedo de los servicios sociales, tras algĂşn embarazo no deseado medianamente avanzado - incomodidad más que manifiesta para seguir ejerciendo sus servicios - se adentraban en la oscuridad e intimidad de estos edificios, llegando a provocarse los abortos bajo tĂ©cnicas inhumanas. AllĂ, algunos fetos y otros bebĂ©s, perecĂan las horas que su floja vitalidad les permitĂa entre poderosos llantos.
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FotografĂa
octubre 24, 2012
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Pocas personas hemos sido capaz de adentrarnos no sólo en los sótanos sino en las aun más peligrosas azoteas de los antiguos edificios. Tengo documentos (cuando las cámaras reflex eran de carretes) de mucho antes de la nueva ampliación del aeropuerto de San Pablo, cuando realmente era un lugar muy peligroso. Un sitio perfecto para volver a sentir el fluir de la adrenalina a altas horas de la madrugada.
ResponderEliminarEl sitio es "pa mear y no echar gota"... ¡por eso llama a visitarlo el muy jodĂo!
ResponderEliminarNo estarĂa de más una quedada con tres cámaras. AhĂ lo dejo.
ResponderEliminarPor mĂ encantado, mucho me queda por aprender... El problema son los pocos dĂas que pasĂł en Sevilla.
ResponderEliminarHoy dia el sitio sigue teniendo mucha vida,fui a hacer fotos nocturnas y mas transito de coches que de dia..Hace poco encontramos la habitacion satanica y ya no queda nada,en el edificio cn forma de L encontramos un carnero sacrificado en un hueco,a dia de hoy siguen alli los huesos,para hacer unas fotos queda guapo
ResponderEliminarNunca lleguĂ© a dar con la famosa habitaciĂłn satánica y tampoco encontrĂ© ningĂşn carnero. Hubiese sido un shock divertido toparme con eso. Es un lugar con cierta magia. Creo que sigue viviendo una persona allĂ a la que se le puede ver de vez en cuando salir con una hoz a coger hierbas. TenĂa un burro y la casa adornada con unos azulejos del Real Betis BalompiĂ©.
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