Adiós Youtube, adiós Facebook, adiós Vimeo

Los cuatro o cinco fieles lectores sabréis que abandoné las redes sociales. Aunque esta afirmación no sería del todo cierta, o al menos completa, ya que continúo con un Instagram al que de vez en cuando le presto atención, siempre cuando considero que tengo algo medianamente atractivo que mostrar.

Youtube nunca fue para mí. Ni tengo alma de youtuber, ni tiempo, ni ganas, ni nada que contar que necesite de vídeos semanales. Es más, tampoco tengo nada que contar que requiera post semanales.

Facebook sencillamente me da asco. En realidad repudio todas las redes sociales de temática genérica y añádele la suma de no tener interés en pescar lectores más allá de los que vengan porque tengan que venir. Pueden resultar entretenidas en momentos puntuales, pero las reconozco como una gran pérdida de tiempo.

De Vimeo poco que decir. Parecía el Youtube limpio para profesionales de la edición, pero se quedó precisamente en eso, en un parecía.

He podido comprobar la nula productividad que venían ofreciendo estos apoyos visuales de primera mano, más que demostrada tras las repeticiones de numerosas explicaciones que se tienen que dar sobre el mismo tema. De ahí que remitir al texto siempre sea menos frustrante que volver a pedir la visualización de un vídeo al que hay que dedicarle infinitamente más tiempo a la grabación, al montaje, al audio y a subirlo a una plataforma.

Puede que sea demasiado antiguo, pero el texto junto a la fotografía siempre ha sido y será el mejor recurso para querer aprender algo, al igual que la mejor manera de atraer a aquellos que tengan verdadero interés. Cuando sea imprescindible y necesario el apoyo de un recurso multimedia ya veré cómo me las apaño. Seguramente recurriré al contenido de otros maravillosos usuarios que hacen todavía placentero seguir haciendo login en ciertos rincones.

Evidentemente la decisión no sería la misma de vivir de ello, pero resulta que esto siempre ha sido, es y seguirá siendo un hobby, con la única pretensión de devolverle a Internet un pequeño trocito de todo lo que me ha dado. Ahora solo me puedes encontrar en www.epixedia.com, así que ya no hace falta ni que le des a like ni que te suscribas.