Monumento a los Sagrados Corazones

Al oeste de Sevilla podemos encontrar uno de los municipios con más renombre de la ciudad. San Juan de Aznalfarache ha sido una de las afueras con más crecimiento e historia de la provincia. Ya antes de cruzar la frontera del río dirección Huelva, desde la lejanía se puede observar una torre que corona el horizonte, una llamativa estructura que sólo deja entrever relación eclesiásitca. Una vez adentrados en la Barriada de Nuestra Señora de Loreto podemos salir de dudas. Un colosal Corazón de Jesús es el epicentro de una plaza semicircular de setenta y cinco metros de diámetro.

Su memoria data del 12 de junio de 1942 y cuya ubicación fue deseo expreso del Cardenal Segura con intención manifiesta de que dominase desde sus cuarenta y un metros de altura toda la ciudad de Sevilla. Su configuración está inspirada en las torres andaluzas, siendo rematada por ocho metros de altura de mármol blanco esculpido dando forma al Sagrado Corazón de Jesús. A sus pies, se encontraba el cementerio de San Juan, convertido en la actualidad en los jardines de la casa de ejercicios, donde una importante escalinata nos lleva peldaño a peldaño a coronar este apoteósico - y creo que bastante poco visitado - monumento.

Era una de mis espinitas clavadas. Su imagen revoloteaba por mi cabeza cada vez que disfrutaba de cada tarde de compras en El Corte Inglés de San Juan, a tres minutos de la salida de su parking.  Era algo que mientras más dejaba de lado, por circunstancias ajenas, más ganas tenía de visitar. Tan sólo hizo una falta una tarde libre, la batería bien cargada y buena compañía.