
Cuando mi padre trajo a casa la primera cámara digital perdĂ la poca cordura que pudiese tener un preadolescente. De su lado no podĂa existir una tarde mala porque siempre encontraba algo diferente hacia donde enfocar. Me empapaba de publicaciones, me compraba revistas, buscaba en Internet y hasta interactuaba en Flickr para aprender de todo el mundo, de los reconocidos profesionales, de los que ya en su momento me parecĂan vendeburras y de los autores más desconocidos que hacĂan cosas que me parecĂan imposibles. Todo era ensayo y error, todo autodidacta. Durante mucho tiempo mis libros de cabecera eran las instrucciones de todos los aparatejos con los que querĂa seguir avanzando y aunque es cierto que eso no ha cambiado mucho, ahora si puedo decir al menos que de todo lo aprendido me quedo con una lecciĂłn; saber cuándo merece la pena sacar la cámara.

Antes de ayer fui al kiosco para comprar la revista
VIAJES - NATIONAL GEOGRAPHIC. Buscaba entre un montĂłn de publicaciones la maravillosa fotografĂa que ilustra la portada de su
NÂş 200. "
Roma. Una nueva mirada a la ciudad eterna". No me dio tiempo ni de cogerla cuando ya empecĂ© a ojear su reportaje sobre Lanzarote. Fueron segundos, pero la sensaciĂłn no desmerecĂa para nada a lo que he intentado explicar en el párrafo anterior.
Es un pequeño granito de arena, pero este granito en concreto me sabe a kilómetros de costa. Ahora es cuando os digo que al igual que os comenté antes, de toda esta experiencia, sà que valoro tremendamente algo; gracias a una cámara de fotos aprendà a mirar el mundo con otros mejores ojos.
Aquà os dejo un link para aquellos que os sintáis interesados en un ejemplar. Leer su reportaje de
Lanzarote ha sido una bonita manera de recordar unas insuperables vacacionese en la isla.
http://www.kioskoymas.com/publicacion/mostrar/viajesnationalgeographic
Enhorabuena, me siento orgulloso y comparto contigo la tremenda satisfacciĂłn!!
ResponderEliminarMuchas gracias. Ambos sabemos que muchas de estas vivencias las compartimos de la mano y fuimos aprendiendo a la par lo mucho lo poco que hoy sabemos.
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